En marzo de 1991, comenzó la historia del Proyecto San Lorenzo, en una antigua finca ganadera localizada en Bahía Salinas, cantón de La Cruz, provincia de Guanacaste -en el extremo Nor-Oeste de Costa Rica – dimos inicio al Proyecto de Restauración Ambiental San Lorenzo, Cuna del Guayacán Real y de las Abejas Nativas.
Deseamos compartir nuestra experiencia, a lo largo de estas primeras tres décadas, en el que ha venido a constituirse en un proyecto pionero en el campo de la restauración ambiental, y en la preservación de valiosas especies en peligro de extinción.
Al iniciar el proyecto, tal como había acontecido por décadas en la propiedad que lo aloja, las catorce hectáreas que tenía para entonces la finca estaban cubiertas de pastos, con apenas un puñado de árboles en él.
Conforme a las prácticas tradicionales de la actividad ganadera de esta región, el terreno era sometido anualmente a quemas -al final de la estación seca y justo antes de las primeras lluvias- para mantener así sus pastos “limpios”.
Resultan evidentes las terribles consecuencias ecológicas de la antigua práctica de quemas anuales de pastizales, cuyo objetivo era precisamente restringir la biodiversidad, limitándola a una única especie de pasto para la alimentación del ganado.
La siguiente fotografía aérea, tomada de los registros oficiales del Instituto Geográfico Nacional de Costa Rica, del año 1987 (cuatro años antes de iniciar el proyecto) muestra la realidad ambiental original de San Lorenzo: pastos y un puñado de árboles.
Treinta años después, la situación ambiental del sitio es radicalmente superior, tal como puede apreciarse al comparar la fotografía anterior con la siguiente fotografía de Google Earth de diciembre del 2020:
La historia del Proyecto San Lorenzo nos respalda para decir que, al día de hoy, y como fruto del proceso de restauración ambiental, San Lorenzo es hogar para:
El Proyecto San Lorenzo es también el custodio de un extraordinario ejemplar de Guayacán Real: MAGÓN, “El Centinela Centenario de Bahía Salinas”.
Se trata de un árbol cuyas dimensiones -que exceden en forma importante las máximas que se supone esta especie forestal llega a desarrollar- evidencian que su edad es de muchos -muchos- siglos, haciendo de MAGÓN uno de los seres vivos de mayor edad en Costa Rica, sino el que más.
A lo largo de estas tres décadas, los trabajos en San Lorenzo se han desarrollado a través de seis programas. Los inicios de cada programa se fueron dando en distintas etapas del proyecto.
Todos ellos se mantienen vigentes al día de hoy, y proyectamos continúen en ejecución por muchas décadas más a fin de seguir escribiendo la historia del Proyecto San Lorenzo.
Estos programas son:
Este fue el programa con que inició el proyecto. A través de él hemos implementado la reforestación con diversas especies de árboles, arbustos y plantas, con el objetivo de alcanzar los objetivos ambientales del proyecto.
Este programa inició en la segunda década del proyecto. A través de él desarrollamos actividades que nos permiten propiciar el regreso y sostén de la vida silvestre, así como el incremento en la biodiversidad.
Este programa inició en 1993. A través de él sembramos y cuidamos arbolitos de guayacán real, para contribuir así a la preservación de esta valiosa especie en peligro de extinción.
Este programa inició en la tercera década del proyecto, al momento en que este extraordinario árbol, y la propiedad que lo aloja, fue integrado a San Lorenzo. A través de este proyecto custodiamos a MAGÓN, velando por su legado tanto para nuestra generación, como para las generaciones venideras.
Este programa inició en la tercera década del proyecto, una vez que los resultados del programa de eco-reforestación y la restauración ambiental alcanzada, lograron un entorno idóneo para el regreso de las abejas nativas. A través de este programa estamos haciendo de San Lorenzo un santuario de abejas nativas, con el objetivo de facilitar su protección, reproducción, y estudio.
Este programa inició en la tercera década, en paralelo con el programa de abejas nativas. A través de este programa estamos contribuyendo -en forma específica y con particular énfasis- a preservar la célebre especie de abeja nativa sin aguijón Melipona beecheii, cuya población se ha reducido en forma crítica.
Han sido treinta años de trabajo; de logros y gratificaciones; donde no han faltado las luchas contra diversas adversidades, los contratiempos, las preocupaciones, los aciertos y los errores, y con ello, los valiosos aprendizajes.
Es nuestro mayor deseo compartir esta experiencia y lo que ella nos ha enseñado. Nos ilusiona la idea de que nuestro proyecto, además de su aporte puntual, sirva también como fuente de enseñanzas y de inspiración para iniciativas similares. ¡El planeta lo necesita!
Con motivo de nuestro 30 Aniversario, hemos relanzado nuestro sitio web, para actualizar en él los logros alcanzados a la fecha y el estado de los distintos programas de trabajo. Asimismo, para invitarlos a ser parte activa del proyecto, a través de su contacto y contribución económica, por medio de las distintas opciones que presentamos. ¡Es mucho lo que podemos hacer en San Lorenzo en favor del ambiente, y más aún si contamos con apoyo económico para ello!
Cuando el daño realizado al ambiente ha sido tan grande, la única opción que nos queda es la restauración ambiental. ¡Bienvenidos al apasionante -y retador- mundo de la restauración ambiental! Este es el camino que comenzamos a transitar en San Lorenzo en marzo de 1991. ¡Les invitamos a acompañarnos y ser parte de esta travesía!
Cordialmente,
Ing. Rodolfo González Suárez,
Director del Proyecto
“Estimado don Rodolfo:
Don Rodrigo Gámez me mandó copia de su carta, por lo que tuve la inquietud de entrar a su sitio Web. Hoy lo he leído todo y he disfrutado del mejor rato que usted se pueda imaginar.
Quiero felicitarlo de todo corazón por su gran labor y, por la experiencia tan interesante que nos enseña un montón de cosas buenas e importantes a todos los que, como usted, creemos en que la biodiversidad de los Parques Nacionales se salvará, siempre y cuando, las personas que viven en su entorno geográfico contribuyan con múltiples iniciativas a coadyuvar esa conservación, ya que las especies no conocen límites, ni cercas, y menos de decretos ministeriales.
De nuevo lo felicito y me siento orgulloso, como costarricense, de saber que en este país existe gente como usted, haciendo cosas tan importantes. Lo saluda con admiración y aprecio,
Dr. Alfio Piva M.
Director General Adjunto, Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio)”
(*) El Dr. Alfio Piva M. fue Vicepresidente del Gobierno de la República de Costa Rica durante el período 2010-2014.
El prestigioso libro Abejas de Costa Rica, publicado en el año 2021 por la Editorial de la Universidad de Costa Rica, y cuyos autores son catedráticos de la Universidad de Costa Rica (UCR), de la Universidad de California en Berkeley (UCBerkely), y de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), finaliza su contenido con un hermoso reconocimiento al Proyecto San Lorenzo.
Nos permitimos transcribir textualmente dicha referencia, tomada de las páginas 213 y 214 de dicho libro:
La necesidad de reparar los daños ambientales pasó a formar parte del objetivo de muchas personas en Costa Rica, conforme el país se fue consolidando como líder en la conservación de la biodiversidad, a través del establecimiento de sus parques nacionales y reservas.
Para Rodolfo González Suárez, esta travesía comenzó en 1991, cuando inició el proceso de restauración de su recién adquirida finca, la cual había sido dedicada a la ganadería intensiva durante varios años, cerca de La Cruz, en el noroeste de la provincia de Guanacaste.
Su trabajo comenzó con la meta de restaurar las especies forestales que habían sido fuertemente taladas, en los inicios de la actividad ganadera. Esta tarea tuvo un énfasis particular en el árbol “guayacán real” (Guaiacum sanctum, Figura 6.33 I-J), especie polinizada por abejas y con poblaciones reducidas en Guanacaste. La conservación de estos árboles se convirtió en una pasión, al tiempo que se trabajaba en la propagación de otras especies arbóreas nativas. Actualmente, en su propiedad, Rodolfo tiene numerosos ejemplares de guayacán real, de distintas edades y, además, ha asegurado su protección aumentando la tierra adyacente a su finca.
El interés por la conservación evolucionó hacia la importancia de la polinización por parte de las abejas nativas y su interacción con los árboles en su finca. En el año 2011, Rodolfo visitó a académicos del CINAT-UNA, quienes lo introdujeron al mundo de las abejas nativas sin aguijón. Esta visita también involucró muestreos de las abejas silvestres presentes en su propiedad, lo que motivó a la construcción y el establecimiento de colmenas de abejas sin aguijón, y a la protección de numerosos nidos de abejas solitarias.
Con mucho entusiasmo, Rodolfo conoce y habla de cada una de las especies que ha venido protegiendo a través del paso de los años. En el año 2015, un grupo de investigadores y naturalistas le sugirió que incluyera la siembra de plantas hospederas de abejas nativas en su plan de regeneración, lo cual ha venido realizando con gran éxito, esto beneficia el ecosistema de manera significativa. La importancia de este caso radica en demostrar de qué manera personas fuera de la academia pueden involucrarse de forma efectiva en la conservación y la protección de polinizadores a través de caminos no tradicionales. La historia de Rodolfo continúa a medida que su curiosidad se ha expandido a las plantas, a las abejas y, más recientemente, a la divulgación de la información. En los últimos años, el acceso a su finca se ha ofrecido a biólogos de la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica, para llevar a cabo estudios ecológicos sobre las abejas nativas y su dinámica con las plantas que visitan. Asimismo, Rodolfo está considerando oportunidades de extensión en escuelas locales y grupos comunitarios, a través de contactos establecidos con la municipalidad de La Cruz, Guanacaste.
Portada del libro “Abejas de Costa Rica” (Editorial UCR), donde se aprecia una abeja nativa Tetragonisca angustula visitando una flor de guayacán real (Guaiacum sanctum) -ambos elementos resultan propios al Proyecto San Lorenzo- El libro, en versión PDF, puede ser descargado gratuitamente en la siguiente dirección: http://editorial.ucr.ac.cr/ciencias-naturales-y-exactas/item/2595-abejas-de-costa-rica.html
Proyecto San Lorenzo | pioneros en la eco-reforestación y restauración ambiental.
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